martes, 19 de abril de 2011

Lorena Aragüete en su Web


No pude resistirme, me enamoré de este libro.

Acabé el libro en una noche. Hacía tiempo que no pasaba una noche en vela envuelta en el embrujo de un libro y este lo ha conseguido, es más, creo que a fecha de hoy ha sido el que más rápido ha pasado por mis manos. Por ello, creo que debo rendirle un tributo como se merece, aunque cueste encontrar las palabras para describir mínimamente o intentar rozar la hermosa historia de amor que duerme entre sus páginas esperando ser descubierta.

El universo de la novela gira en torno a los protagonistas. Y con él, al del lector. Porque llegará un punto en que ambos se funden y es imposible no sentir el roce de la lluvia en el rostro, el cobijo del bosque, la complicidad de la familia Ionescu, la nobleza de los mastines, todos los secundarios son imprescindibles, porque cada uno aporta un granito de oro a la historia y hacen posible que el resultado sea una maravillosa historia.

Sueños. Ellos serían la génesis de esta preciosa novela. Sueños que muchas veces no tienen en cuenta el destino, que crean sus propias rutas en la mente y trazan sus propios mapas sin considerar que, sin querer, no tienes que ir a buscarlos. Ellos están buscando. Y ese es el camino oculto con el que se cruza Beatriz y que la lleva a conocer sus raíces perdidas en el mágico y ensoñador Valle del Roncal, al norte del Reyno de Navarra. Un rincón donde los días y las noches son los maestros del tiempo, donde las estaciones no se miden por calendarios, sino por las fechas del pastoreo, por las temporadas de fabricación del queso, por las ferias de ganado y por el paso silencio que perciben aquellos que los contemplan con ojos de ciudad. Un inferno verde que esconde un cielo azul para su alma y que poco a poco calará en su interior ayudándola a reconocer su fuerza, su temple, sus verdaderos deseos y vencer sus ideas preconcebidas de falsas y medias promesas. Llegará desde Madrid esperando encontrar una herencia material y por encima de ella, se encontrará con una herencia de amor y cariño que la llevará a su destino.

Allí conocerá a Jon, un joven pastor que vivió junto a su desconocido abuelo. Que forjó un cariño hacia él más sólido que la muerte y le prometió fidelidad para siempre a sus últimas voluntades. En medio del dolor que aún perdura en su interior, conoce a su nieta, Beatriz. La atractiva chica de ciudad que representa una amenaza para todo por lo que él trabajó y más aún para su corazón. Un peligro que anidará sólo en su cabeza porque dentro de él una llama prende poco a poco pese a la resistencia consciente por su parte, calentará su corazón y se abrirá paso derribando los hielos que intenta imponer entre él y aquella altiva desconocida. Porque en el día a día de recriminaciones cruzadas, los majestuosos árboles y el otoñal paisaje dorado y ocre, serán testigos del nacimiento de algo en ambos que no podrán obviar aunque se esfuercen en negarlo y continuar sus rutinas. Se dejarán conocer con miedo lo que hay debajo de sus fachadas. Lo que ocultan las aparentes humillaciones y recriminaciones.

En el lento suceder de la primavera y el verano, los posos de besos medio consentidos arderán como un fuego descontrolado. El descubrimiento de lugares de ensueño abrigados y protegidos por la exuberante naturaleza conformará el marco idílico en el que poco a poco la autora pinta con exquisita ternura y pasión contenida el cambio, las miradas de soslayo y los anhelos prohibidos. Un mor incipiente que será un bastión que mantendrá a ambos unidos cuando sus pasos y sus primeras intenciones vayan a buscarlos para poner a prueba los nuevos sueños.

Es una novela como su propio nombre invita para dejarse llevar por los sueños, para inmiscuirse en el territorio de lamias y brujas, para descubrir que no hace falta esforzarse en buscarlo algo, que el amor es el mejor elixir de la magia para resplandecer igual que el hermosos Valle del Roncal.

No tengo más palabra que añadir, las verdaderamente conmovedoras se encuentran en el libro y es una satisfacción para mí haber leído este libro y recomendarlo, una joya.