miércoles, 21 de marzo de 2012

Ssil en Lo que quiera leer hoy

Lo que quiera leer hoy

Después de mucho esperar, por fin he conseguido Entre sueños y si con Antes y después de odiarte Ángeles me conquistó, con este ha ocurrido lo mismo. Hacía tiempo que no daba con una historia que me hiciera estremecerme, que me emocionara tanto y en la que me implicara de tal manera. Ángeles tiene una maravillosa forma de narrar y de describir sentimientos que traspasa al lector y le toca el corazoncito.

Beatriz tiene una cómoda y lujosa vida en Madrid: trabaja como secretaria de dirección, vive en un buen piso, tiene ropa cara, se da sus caprichos y tiene pareja. Una chica de ciudad como ella no parece estar destinada a vivir en el campo pero debido a una situación inesperada acabará en el Valle del Roncal, en las tierras que su difundo y desconocido abuelo le ha dejado como herencia.  En busca de un poco de paz, Beatriz no será bien recibida por Jon, mano derecha y socio de su abuelo, y encargado del funcionamiento de todas las propiedades. Jon está muy resentido con Beatriz porque nunca mantuvo relación con su abuelo, ni siquiera antes de morir cuando Jon la llamó para que le visitara. Además, Jon siempre esperaba heredar todo lo que ahora es de ella y a pesar de ser un buen hombre y de querer al abuelo, no puede dejar de sentirse engañado.

El antagonismo entre ellos marcará el desarrollo de la historia. Si antes de conocerla Jon ya despreciaba a Beatriz, en cuanto la ve bajarse de su lujoso coche, con un elegante vestido y unos altísimos tacones de aguja, su deprecio por ella aumenta. Y ella, ante el trato nada agrable de Jon, antipático y mordaz solo con ella, decide pagarle con la misma moneda, creándose un fuerte enemistad entre ellos que les llevará a odiarse.

Beatriz solo estaba en el Roncal de paso, pensaba quedarse tres días, sosegarse y volver a Madrid a enfrentar su problema. Pero el dolor no mengua con esos días y decide quedarse allí, viviendo en una borda (cabaña para pastores), en medio de la nada y teniendo como vecinos a una familia de rumanos que trabaja en su quesería. A pesar de retratarse al inicio como una finolis de ciudad, Bea se va acostumbrando a la vida en el campo, tanto que comenzará a trabajar en la quesería, obligándose con ello a tener que soportar durante largas horas la presencia de Jon.

La relación entre Bea y Jon se va cociendo a fuego lento. Desprecio, odio, resignación, curiosidad, atracción, deseo, amor… No podían ser más distintos ni llevarse peor pero el tiempo y la convivencia les hacen conocerse, hablar y dejar de lado los prejuicios. Su historia avanza muy lentamente, lo que la hace más real.

Jon me ha encantado. Es un hombre noble, sencillo y bueno, disfruta de los pequeños placeres de la vida y tienen toque sentimental, cariñoso, tierno y compasivo que me ha desarmado.

“Puede parecerte melodramático, hasta es posible que yo sea un enfermo, pero la tortura de desear a la mujer que amara no querría desfogarla con nadie que no fuera ella, y encontraría más placer en ese fuego insatisfecho que me fuera matando poco a poco, que en el desahogo con alguien por quien no sintiera nada-suspiró con gesto cansado-, porque eso sí acabaría con mi alma de un solo golpe.”

La ambientación de la novela es fantástica. Ángeles se ha esmerado en describirnos la zona y sin resultar pesada, nos ha dado la información precisa del Roncal y sus zonas más destacadas.  Mientras leía el libro me imaginaba esos precioso sbosques, los prados cubiertos de hojas, el sonido de los ríos, la tranquilidad de la montaña…

La transformación que Bea ha tenido en la novela ha sido uno de los puntos más notables de la historia. De mujer refinada y algo insoportable, pasa a ser una chica sencilla y tranquila, incluso más humilde. Empieza a ver que la felicidad no está en los grandes lujos sino en cosas mucho más pequeñas y sencillas. Atisbamos en ella una persona vulnerable, cariñosa, sensible y tierna pese a su fachada.

La historia del abuelo de Beatriz será importante en el desarrollo de la novela pues va a ser uno de los mayores escollos entre Beatriz y Jon. Ella nunca ha querido a su abuelo, ni siquiera le ha conocido, mientras que Jon fue como su hijo, la persona que más cariño le brindó.

La novela se ve enriquecida con las aportaciones de los personajes secundarios: Diego, la pareja de Bea, que irá apareciendo continuamente en la historia y los Ionescu, la familia rumana que hará mucha compañía a Beatriz y la ayudará a integrarse y a encontrar su sitio en el Roncal.


La única pega que le puedo poner a la historia es que le habría faltado un capítulo más o un epílogo, pero salvo eso me ha encantado de principio a fin.


Preciosa, intensa y real. Una historia de amor narrada con una pluma sosegada y sentimental, pensada para ser saboreada con calma y transportar al lector al mismo Valle del Roncal. Una historia de amor del de verdad, sencilla, vibrante y profunda.